Reflexions d'un docent

 Avui em vull fer meves les reflexions d'un amic i professor de les Escolàpies del El Masnou.

En Lluis ja porta més de 30 anys exercint com a professor i val a dir que els seus alumnes, ak llarg dels anys, l'han valorat de manera molt positiva i això no és gens fàcil d'aconseguir.

El meu germà, que és un gran amic seu, em va enviar ahir aquestes reflexions que en Lluis va escriure aprofitant felicitar el Nadal.

Les comparteixo tal com ell les va escriure:

"Reflexiones docentes

Llevo casi tres décadas en aulas de secundaria enseñando biología y ciencias naturales. He visto metodologías “revolucionarias” convertirse en modas pasajeras. He formado a profesores en prácticas. He explicado contenidos que no tocaban y he decidido no seguir libros que otros aplicaban sin cuestionarlos.

Si pudiera hablar con mi yo de primer año, con ese profesor recién estrenado que creía que dar mucho temario y exigir mucho era sinónimo de ser buen docente, le diría esto:

No construyas tu carrera sobre horas extras y sobrecarga. Puedes cumplir todos los indicadores, programaciones y estándares y aun así sentirte vacío. Una carrera que dure se construye sobre criterio, vínculo y sentido educativo. Eso no aparece en ningún informe.

Escucha más de lo que hablas. La gente cree que enseñar ciencias es transmitir contenidos. Mentira. El verdadero trabajo está en entender qué necesita realmente un alumno. La mayoría no tiene falta de capacidad: tiene miedo, inseguridad o desconexión. No necesitan más diapositivas, aunque el currículo grite “¡entra todo!”. Muchos errores educativos empiezan por no escuchar.

Domina la biología. Conoce bien la ciencia. Pero aprende los límites. Al principio te obsesionas con todo lo que puedes explicar. Con experiencia, empiezas a valorar lo que NO hace falta explicar. El criterio pedagógico es un superpoder. Úsalo.

Protege tu tiempo o el sistema te devorará. Aprende a decir que no. Hay demandas infinitas, urgencias constantes y tareas que siempre podrían ampliarse. Nada justifica sacrificar tu salud mental.

Busca compañeros, no cargos. Las coordinaciones, los reconocimientos y los títulos importan un tiempo. Luego descubres que lo que de verdad sostiene son las personas con las que puedes hablar honestamente.

Tu energía importa más de lo que crees. No solo tu dominio del contenido. Tu fuerza física y emocional. No puedes acompañar a adolescentes si tú estás roto. Muévete, cuida tu cuerpo, duerme, protege tu energía. Un profesor agotado se vuelve rígido.

Sé el profesor que querrías para tus hijos o amigos. Punto.

Necesitas vida fuera del aula para tener vida dentro. Los docentes que duran no son los que más corrigen ni los que más horas hacen. Son los que mantienen perspectiva. Tienen gente a la que quieren, intereses fuera del instituto o escuela y la lucidez suficiente para saber que identidad y trabajo no son lo mismo.

Después de treinta años, los exámenes y los temarios son solo parte de la historia. Lo que te mantiene es el propósito: despertar curiosidad, dar seguridad, ayudar a entender el mundo natural y acompañar a jóvenes que están creciendo.

Esa parte nunca envejece.

¡Feliz Navidad!

Lluís Vidal (Profesor de Secundaria.)"

Les he trobat molt i molt encertades perquè traspuen allò que un professor sempre ha de tenir: VOCACIÓ


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